Y tú, ¿qué tan resiliente eres?

26.01.2021 16:40

Tomás Navarro, en su libro maravilloso Kintsukuroi, el arte de curar heridas emocionales refiere que hay cinco formas de reaccionar ante la adversidad. Descubre con cuál te identificas para que a partir de ello refuerces tu nivel de fortaleza.

Tipo de persona 1. Interpreta la adversidad como un reto que está dispuesta a enfrentar. Posee un grado elevado de control ante una situación complicada. Su actitud es optimista y siempre tiene un papel protagónico.

Tipo de persona 2. Evita o niega la realidad. Este tipo de persona huye de las amenazas, tiene una visión ingenua y minimiza tanto los problemas como las consecuencias, pero todo desde un tono emocional sereno.

Tipo de persona 3. Suele caer en el fatalismo, tiene un nulo control de sus emociones y su actitud es de resignación. Presenta pasividad en todo momento y nunca se involucra en la solución de los problemas.

Tipo de persona 4. Este tipo de persona cae fácilmente en la desesperanza y constantemente se siente amenazado. No tiene control de sus emociones, su actitud es pesimista y se involucra de forma mínima en la solución de problemas. Presenta una tendencia a caer en depresión.

Tipo de persona 5. Siempre se muestra preocupada y ansiosa, todo el tiempo se siente amenazada y la incertidumbre se apodera fácilmente de él o ella. Busca compulsivamente sentirse segura.

Las siguientes preguntas clave indican el nivel de éxito o fracaso para superar la adversidad. Escribe tus respuestas en un cuaderno y analízalas.

1. ¿Cómo interpreto la adversidad, qué significado le doy a lo que estoy viviendo?

2. ¿Creo que puedo hacer algo para enfrentar mi situación o es imposible?

3.  ¿Cómo voy valorando la evolución de mi adversidad?

4.  ¿Cuál está siendo mi respuesta emocional ante lo que estoy experimentando?

Navarro nos invita a adquirir recursos para enfrentar la adversidad y aprender a gestionarla. Ante los golpes de la vida propone:

*Evaluar los daños psicológicos, físicos, afectivos y sociales

*Sacudirse el polvo

*Regresar a luchar (trabajar) más sabios y con más recursos.