Súbete al Turibús, vámonos a Taxco

16.07.2013 15:51

Disfruta la oferta turística que ofrece este bello Pueblo Mágico del estado de Guerrero.

La aventura inicia a las 9:00 de la mañana (con una tolerancia de diez minutos) frente a las escalinatas del Auditorio Nacional; de ahí parte el Turibús que te lleva hasta Taxco, un bello Pueblo Mágico en el estado de Guerrero.  

Viajar en el “Turi-Taxco” es toda una experiencia. Es un autobús de doble nivel, panorámico, con vidrios polarizados, cómodos asientos, aire acondicionado y todas las comodidades para que 57 pasajeros vivan una grata experiencia. Si quieres tomar fotos, viajar en el segundo nivel y hasta adelante es lo más recomendable.

Antes de partir a su destino el Turibús hace cuatro paradas más: en el Ángel de la Independencia a las 9:10, en la Glorieta de Colón a las 9:20, en el Hemiciclo a Juárez a las 9:25, y en el Zócalo a las 9:30 AM. Esto da la oportunidad de abordarlo en el lugar que más convenga.

Te acompañará un guía certificado, quien te hará el trayecto más ameno con relatos sobre algunos sitios emblemáticos por los que pasarás, como el Estadio Azteca o el poblado Tres Marías. Si te da sed o se te antoja un cafecito durante camino, están incluidos.

Una vez que arribes al Pueblo Mágico de Taxco (declaración que obtuvo por parte de la Secretaría de Turismo en 2002), la primera visita será al Hotel Posada de la Misión, el cual ofrece tarifa preferencial en caso de querer pernoctar en el lugar. Ahí podrás observar un mural a Cuauhtémoc de Juan O´Gorman y deleitarte con la estupenda vista panorámica.

La siguiente visita implica adentrarte por las calles empedradas de este pueblo de casas blancas y paredes y tejados rojos. Cuando el sol está en todo su esplendor lo mejor es detenerse en alguna plazuela para disfrutar de una deliciosa nieve. También puedes visitar las innumerables tiendas de joyería de plata. No olvidemos que Taxco (cuyo vocablo viene del náhuatl Tlachco que significa “lugar donde está la cancha del juego de pelota”) también es conocido como “la capital mexicana de la plata”, toda vez que los artesanos han plasmado su creatividad en este metal.

Recordemos que en 1929 William Spratling, un multifacético estadounidense que llegó a México, impulsó la industria de la plata en Taxco, fundando el primer taller de joyería de plata llamado “Las delicias”. Con el tiempo el auge de esta industria dio proyección internacional al destino. Este hombre reunió una magnífica colección de piezas arqueológicas que posteriormente donó al Museo de Taxco, que ahora lleva su nombre. La visita a este sitio está dentro del itinerario.

Harás una escala más en el Templo de Santa Prisca de Taxco, edificio construido entre 1751 y 1758 para el culto católico de la población que desde entonces vivía de la minería de la plata. La construcción fue ordenada por el minero catalán José de la Borda, uno de los más prósperos de la región taxqueña durante el siglo XVIII. Aunque había llegado a Taxco unos treinta y cinco años antes de la construcción del templo de Santa Prisca, este hombre ya era uno de los personajes más importantes del mineral, razón por la cual el Arzobispado de México le permitió erigir la parroquia, a su entero gusto.

En el interior se hallan pinturas de Miguel Cabrera, llamado “el divino”, pintor oaxaqueño nacido en el siglo XVII, al que José de la Borda encargó los cuadros que decoran el edificio.

Como dato curioso, una de las pinturas colocadas en este templo revela una extraña figura demoníaca. Pero no es sencillo detectarla; se dice que quien lo hace de inmediato es porque no tiene alma pura, y quien no es capaz de verla a primera vista y le cuesta trabajo encontrarla, es porque su alma aún es blanca.

Después de todo este recorrido lo más seguro es que el hambre aparezca, así que la comida se realiza en el restaurante Hacienda Taxco, en donde podrás deleitarte con un menú de tres tiempos. Los platillos típicos de la región son: el pozole, la barbacoa de chito y los tacos de milanesa y de chuleta al estilo único de Taxco.

El resto de la tarde podrás de disfrutar de tiempo libre para recorrer el pueblo, realizar tus compras y lo que no puede faltar, ir por la bebida típica del lugar: una “Bertha”, brebaje preparado con tequila, miel casera, limón, agua mineral y hielo picado. Disfrútala placenteramente en algún balcón mientras miras la plaza principal.

Si te interesa vivir el recorrido que culmina con el regreso a la Ciudad de México a las ocho y media de la noche, aproximadamente, te recomendamos adquirir tus boletos en hoteles y agencias de viajes autorizadas, el costo es de 900 pesos para adultos y de 500 pesos para niños y personas que cuenten con credencial del INAPAM (hay descuentos especiales para grupos y empresas). También puedes comprar tus tickets en los módulos instalados en los distintos circuitos: Reforma 222, Hotel Benidorm, Antara Polanco y Circuito Pirámides. Hay salidas los 365 días del año.

El paquete incluye: guía certificado, transporte terrestre, autobús panorámico, recorridos y visitas, comida de tres tiempos en el restaurante Hacienda de Taxco y seguro de viajero.

Para tener un viaje más placentero te recomiendo llevar bloqueador, gorra y lentes para protegerte del sol, así como ropa y zapatos cómodos ¡Buen viaje! 

Callejón de Taxco, Guerrero