Cinco cantinas con tradición en la Ciudad de México

16.07.2013 16:19

Lugares donde se entablan grandes charlas, se alivian penas y hasta inspiran para componer una que otra canción.

¿Sabías que hasta antes del decreto de 1982, emitido durante la regencia de Carlos Hank González, las mujeres teníamos prohibida la entrada a las cantinas? Afortunadamente, este hecho cambió; hoy hombres y mujeres gozamos de los mismos derechos para divertirnos y se nos permite la entrada  a los mismos lugares.

Ya sea para celebrar con amigos, disfrutar un rato en familia o hasta ahogar una pena del corazón, visitar una cantina siempre deja una nueva experiencia, así que te recomiendo estos cinco lugares con gran tradición. 

El nivel: Esta cantina ubicada en la calle de moneda no. 12, en el Centro Histórico,  posee la licencia número uno expedida en la ciudad. En sus años de inicio era más visitada por literatos, intelectuales o poetas, que por universitarios. El edificio que alberga esta cantina, en cuyo basamento figuran los niveles que alcanzaban las aguas del Valle de México, tiene antecedentes históricos; según una lápida empotrada en su fachada,  allí estuvo la Real y Pontificia Universidad de México, creada por orden del emperador Carlos IV. Desafortunadamente, en enero de 2008 cerro sus puertas. El ambiente que ahí se vivía era de una cantina tradicional y se antojaba para pasar una tarde relajada. En las paredes del nivel se apreciaban fotos del México antiguo; en sus muros había huellas caligráficas de los muchos hombres que por ahí pasaron. Como no había sinfonola ni música en vivo, en ese lugar sólo se escuchaban los murmullos de los asistentes, los cuales se fundían con el sonido de las copas al chocar.

La Ópera: Este lugar con decoración del siglo XIX es otra de las cantinas con más tradición en la ciudad; abrió sus puertas en 1876 en el número 10 de la calle 5 de mayo, también en el corazón del D.F. Su nombre rememora el recinto de la Ópera en la esquina de San Juan de Letrán, hoy Eje Central, y avenida Juárez. Aquí se reunían toreros, artistas, cronistas y periodistas; también se daba cita la élite porfirista. En el techo sigue sin repararse el agujero que presumiblemente produjera una bala disparada por el mismo Pancho Villa, no se sabe si por despecho ante la derrota en un juego de cartas o por simple alarde del machismo nacionalista. En este lugar de ambiente elegante y discreto, que ahora guarda más el estilo de un restaurante-bar, se sirven bebidas nacionales e internacionales, y platillos como paella, caracoles, pierna de cabrito y antojitos mexicanos.

La Paris: Si quieres conocer el lugar en donde José Alfredo Jiménez se inspiró para escribir varios de sus éxitos, acude al salón Paris, una cantina de gran tradición en la alameda  de Santa María la Ribera, a un costado del kiosco. En el salón se aprecia una placa con el nombre del gran compositor mexicano quien, según cuentan los que saben la historia de este lugar, se sentaba en la mesa que se encuentra casi a la entrada, a componer canciones. En la barra de esta cantina, la cual ha brindado servicio al público desde hace 66 años, aproximadamente,  y al que acude gente adulta en su mayoría, se aprecia todo tipo de bebidas, tanto nacionales como internacionales, incluyendo la espumosa cerveza de barril. Además, al consumir alguna de estas bebidas, automáticamente se disfruta de la deliciosa botana, como pescados, mariscos, arracheras, cortes americanos, carnes asadas, entre otros platillos. El salón Paris que abre sus puertas de doce del día a once de la noche, de lunes a sábado; se ubica en las calles de Salvador Díaz Mirón y Jaime Tórres Bodet, en Santa María la Rivera.

La Camelia: Este lugar de 1931 y que cuenta con restaurante y cantina, es otra excelente opción para celebraciones. En el día se pueden degustar exquisitos platillos en el restaurante, como  pescados a la  talla, camarones al mojo de ajo o el delicioso alambre, todo en un ambiente tradicional. Entrada la noche, la fiesta comienza en la parte alta del lugar. Aquí no hay cover ni consumo mínimo, pero sí es necesario reservar o llegar temprano. Se recomienda ir vestido de manera casual, pero bien arreglado. La Camelia está ubicada en Madero no. 3, en la plaza San Jacinto; San  Ángel. Teléfonos. 56164668 y 5643.

Toluquita la Bella: Si vives en el Estado de México, otra opción es la antigua cantina de Toluquita la Bella, la más antigua del centro de Tlalnepantla. Se presume que a este lugar que tiene aproximadamente 105 años y cuyo nombre se debe a que los primeros dueños provenían de Toluca, acudían a echarse sus copitas personajes como Porfirio Díaz y Pancho Villa; también ha sido visitada por  destacadas personalidades y cómicos de la televisión mexicana, como la ex pareja Jones Camacho, Beto “el Boticario” y el desaparecido Sergio Ramos “el Comanche”, entre otros. En esta cantina, en la cual se disfruta de un agradable ambiente familiar, puedes deleitar tu paladar con diversos platillos como la exquisita barbacoa el suculento pescado empapelado. También hay una gran variedad de bebidas, solas o preparadas; igualmente puedes disfrutar de una helada cerveza. Toluquita la Bella abre sus puertas de lunes a viernes en un horario de once de la mañana a diez de la noche; los sábados permanece abierta hasta las nueve de la noche; está ubicada en la plaza Dr. Gustavo Baz, en el centro de Tlalnepantla. 

Cantina-bar la Ópera