Atractivos turísticos en Dolores Hidalgo, Guanajuato
El cura Hidalgo, mejor conocido como el Padre de la Patria y José Alfredo Jiménez, son dos personajes cuya vida y obra conocerás al visitar este lugar.
Dolores Hidalgo es uno de los 47 municipios de Guanajuato, conocido como Cuna de la Independencia de México, toda vez que fue en este lugar donde el párroco don Miguel Hidalgo y Costilla declaró la guerra al imperio español.
Son varios los sitios que puedes visitar, como la Alameda, un espacio público que el presidente Álvaro Obregón mandó construir durante su primera visita, en 1921. El Museo de la Independencia, que antiguamente fue la cárcel municipal, construida por el benefactor Miguel González, a mediados del siglo XVIII. El Museo Casa de Miguel Hidalgo y Costilla, en donde se conservan muebles originales y documentos importantes.
Otro museo interesante es el de los Descendientes de Hidalgo, en donde te enterarás de historias poco conocidas, tanto del Padre de la Patria como de sus familiares. Entre los “secretos” que resguarda este lugar está una foto con la verdadera imagen del héroe nacional.
Entrada Museo Casa de los descendientes de Hidalgo
El Jardín Independencia es un sitio tranquilo para descansar; mientras lo haces disfruta una deliciosa nieve; hay carritos que ofrecen diversos sabores, desde los tradicionales como vainilla, nuez, chocolate o zapote negro, pasando por las especialidades en crema como mantecado de vainilla relleno con piñón, beso de ángel y dulce de biznaga, hasta las más exóticas, entre las que destacan las de chicharrón, mole, nopales con camarón y pulpo, capirotada, elote, pétalos de rosa, tequila y cerveza. Estas dos últimas son las favoritas de los muchachos en época de vacaciones.
Jardín Independencia
Nieves de sabores exóticos
Frente al Jardín de la Independencia se levanta la Parroquia de Nuestra Señora de Dolores. Su estilo es barroco estípite. La primera piedra de este templo fue colocada por Álvaro de Osio y Ocampo el 2 de febrero de 1712. Se terminó de construir en 1778.
De ahí nos trasladamos hasta la comunidad de origen otomí, El Llanito, la cual estuvo bajo la jurisdicción de don Miguel Hidalgo. En ese lugar se conserva una capilla virreinal terminada en 1779 con el objetivo de venerar al Señor San Salvador Consuelo de los Afligidos, imagen que fue donada en 1559 por el Mariscal de Castilla, dueño de la Hacienda de la Erré. Es común que durante tu visita encuentres niños jugando en medio de un cálido y tranquilo ambiente, característico de los destinos provincianos. No dejes de visitar las bóvedas de los portales atriales en donde hay pinturas bíblicas del artista Antonio Martínez de Pocasangre.
Un lugar donde la vida no vale nada…
Dolores Hidalgo no sólo fue escenario de la lucha por la Independencia de México, en este lugar también se escribió la historia de un gran cantautor de la música mexicana: José Alfredo Jiménez, quien vio la luz por primera vez el 19 de enero de 1926. La casa en donde nació y vivió hasta los diez años se ubica en la avenida Guanajuato número 11 y ahora es un museo. Al entrar observarás un mural del dolorense pintado por Octavio Ocampo, en donde aparecen grandes amigos y personas que interpretaron sus canciones, como Jorge Negrete, Pedro Infante, Javier Solis, Lucha Villa, entre otros.
El lugar también conserva objetos que usó el autor de “Ella”, como un peculiar triciclo con el que seguro se divirtió enormemente como cualquier niño de su edad. La cocina también se conserva intacta. El recorrido por este lugar narra la trayectoria profesional de José Alfredo; en una de las salas es posible escuchar su amplio repertorio musical.
El museo abre de martes a domingo, de diez de la mañana a cinco de la tarde. El costo es de 35 pesos para adultos y de 15 pesos para niños de 7 a 12 años, estudiantes, personas de la tercera edad y pensionados con credencial.
Juguete de José Alfredo Jiménez
De aquí puedes trasladarte a la última morada de Jiménez. Contrario a la petición del cantautor, de tener una tumba modesta, en el Panteón Municipal de Dolores Hidalgo se edificó en 1998 una peculiar tumba para conmemorar su XXV aniversario luctuoso. Se trata de un enorme sarape elaborado con base de azulejos y colores vivos. En las ondas están inscritos los nombres de sus canciones y la forma evoca la sierra de Guanajuato.
Para visitar algunos de los lugares antes mencionados, puedes abordar el tranvía que sale del centro; mientras escuchas las canciones más populares de José Alfredo y bebes un poco de tequila harás un recorrido por el Centro Histórico y visitarás el Mausoleo y una zona artesanal, en aproximadamente una hora. El costo es de 40 pesos y el horario es de 10 de la mañana a 5 y media de la tarde.
